lunes, 28 de octubre de 2013

ORACIÓN DE LA MAÑANA 28 DE OCTUBRE

EL TESORO ESCONDIDO. Segunda reflexión-oración

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 13, 44: “El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo descubrió, lo volvió a esconder, y lleno de alegría fue y vendió todo lo que tenía y compró ese campo”.

¿A QUIÉNES REPRESENTA EL CAMPO?

El “campo” es la vida, la Palabra de Dios, los sacramentos, la Iglesia, la oración, la entrega a los demás, el trabajo, la fiesta, el descanso...
Ayer reflexionamos sobre Jesús como el único tesoro que merece la pena buscar porque permanece para siempre. Hoy, nos acercamos  a buscarlo en el campo de la tierra donde él permaneció cuando vivió:
1.      Estuvo en la vida humana: de las mujeres y hombres, de los pobres y ricos, de los enfermos y sanos, de los judíos, romanos o sirio-fenicios; de los sabios e ignorantes, de los pecadores y de los que se creían justos; de los que creían en él y de los que lo rechazaron, de los discípulos que lo seguían y de los que tenían otra religión…Ahí estuvo y está Jesús, el tesoro escondido que no pasa, acogiendo a todos y escondido en todos.

2.      Estuvo presente en las diversas necesidades y acontecimientos humanos: de enfermedad curando,  de alimento realizando la multiplicación de panes y peces; de miedos: calmando la tempestad, devolviendo la vida; de fiestas en las bodas, en la Pascua… Ahí estuvo y está Jesús, el tesoro escondido que no pasa, en la entrega a los demás. (Pausa para pensar si nosotros buscaríamos a Jesús en cualquier persona y en su entrega a ellas, por ejemplo:

o   En los  africanos o asiáticos o americanos o de  Oceanía o de cualquier parte de Europa sin discriminación,  pues sabemos que Jesús está y actúa en ellos sean de la raza que sean y de la calidad social de vida que tengan. (Breve pausa).

o   O ¿buscaríamos a Jesús en los enfermos, en los ancianos, en los deficientes, en los que no son normales para darle un poco de cariño y de atención? (Breve pausa).

o   ¿Creeríamos que Jesús está entre los que tienen otra religión, los que lo siguen o los que lo rechazan? ¿Los respetaríamos? (Breve pausa).

o   ¿Lo buscaríamos también entre los que no saben nada o los que se creen mucho; los que intentan hacer el bien y los que parece que sólo buscan hacer daño? (Breve pausa).
Aunque nos parezca increíble, Jesús, ¡el gran tesoro! está en todos, porque todos somos criaturas suyas. Por eso no debemos despreciar a nadie, porque entonces perderíamos parte del tesoro, aunque sí es verdad que nos es más fácil descubrirlo en los que queremos y nos ayudan. Pero Jesús nos recomienda amar y orar por todos.

Por eso, para buscar en este momento a cualquier persona pensando que en ella está encerrado  el tesoro Jesús,  vamos a enviarle nuestro amor y amistad con la oración del Padrenuestro y el Ave María para que todos sean felices a lo largo de este día. (Rezamos).