viernes, 27 de septiembre de 2013

ORACIÓN DE LA MAÑANA 27 DE SEPTIEMBRE


PARÁBOLAS DE JESÚS: LA LEVADURA. Primera reflexión-oración

También a través de esta  PARÁBOLA  Jesús nos enseña que EL REINO DE DIOS, que es él mismo, la felicidad, está en medio de nosotros y tenemos que irlo descubriendo y dejándonos transformar por él poco a poco.
 
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

Lectura del  Evangelio según san Lucas 13, 20-21:

También dijo Jesús: ¿Con qué puedo comparar el reino de Dios?  Es como la levadura que una mujer mezcla con tres medidas de harina para hacer fermentar toda la masa”.

Realidades que vemos en esta parábola que nos ayudan a  entender lo que es el  REINO DE DIOS que Jesús nos viene a dar a cada uno para que encontremos la felicidad:
  •  Vemos a una mujer  realizando una tarea doméstica.
  •  Vemos la pequeñez  de la levadura.
  •  Vemos una cantidad mucho más grande de harina.
¿A QUIÉNES  REPRESENTAN  LA MUJER, LA LEVADURA Y LA HARINA?
La mujer a María la madre de Jesús. La levadura a Jesús. La harina a todos los seres humanos.
 
FUNCIONES QUE HACE CADA UNO
  • La levadura transforma una sustancia en otra, a la harina en pan. Por tanto, Jesús es esa levadura de Reino de Dios capaz de transformar nuestra vida-harina en algo nuevo, en él.
  • La harina, que somos cada uno de nosotros, tenemos que dejar que se mezcle y sea amasada para recibir esa transformación en algo nuevo.
  • La mujer María, la madre, es la que nos quiere comunicar su propia experiencia personal de dejar que la levadura-Jesús se mezcle con nuestra harina-vida como lo hizo en la de  ella, para  quedar  transformados por la misma vida de Jesús que es la que no tiene fin. Por eso, como madre de todos nosotros por mandato del Señor, ella siempre intenta que cada hijo suyo se mezcle con el otro Hijo, Jesús, que no es sólo suyo sino de Dios, para obtener así su misma vida eterna.
Pensamos brevemente y comentamos lo que no hayamos entendido o lo que nos haya sugerido esta parábola.
Pedimos, con el Ave María, que nuestra Madre la Virgen mezcle nuestra vida con la de Jesús y nos una siempre a él en los distintos momentos de nuestra vida.